El culto a la semilla del cacao honra la trascendencia de las culturas originarias. Además de su valor como planta medicinal, las cualidades maestras del cacao han sido celebradas en su uso ceremonial. Las ceremonias de cacao son un vínculo para conectar con el espíritu de la semilla. Se trata de espacios sagrados donde se consagra y comparte la medicina con un grupo de participantes con la intención de ampliar el estado de conciencia, estimulando la experiencia a través de cantos, rezos, sonidos sutiles o palabras floridas dirigidas por un guía. El conjunto de elementos rituales que rodean nuestras ceremonias de cacao introducen a una profunda percepción sensorial de introspección. El cacao es la semilla del amor en expansión, beberlo bajo un ambiente ceremonial o ritual aumenta la circulación sanguínea periférica, produciendo un estímulo en la zona del corazón, del sentimiento. Su efecto es suave y prolongado, cada toma es un momento sagrado para dialogar con el ser intuitivo.